Los venenos naturales aluden a sustancias inseguras presentes en el clima que pueden afectar negativamente a los seres vivos, incluidas las personas. Estos venenos pueden provenir de fuentes normales, pero están trascendentemente relacionados con actividades humanas como los ciclos modernos, la agricultura, el transporte y la recolección inadecuada de basura. Los venenos ecológicos pueden entrar en el aire, el agua, el suelo y los alimentos, presentando peligros para el bienestar tanto de la vida natural como de las poblaciones humanas. Estos son gases destructivos, partículas y mezclas naturales inestables que llegan al medio ambiente desde fuentes como descargas de vehículos, oficinas modernas y centrales eléctricas. La contaminación del aire puede contribuir a problemas respiratorios, enfermedades cardiovasculares e incluso crecimiento maligno. seguro complementario de salud para empresas
El agua puede contaminarse con diferentes venenos, incluidos metales pesados (p. ej., plomo y mercurio), pesticidas, compuestos sintéticos modernos y microorganismos. Beber agua contaminada puede provocar enfermedades gastrointestinales y otros problemas médicos a largo plazo. Los ejercicios modernos, la recolección de basura desacertada y las prácticas rurales pueden traer venenos a la tierra. Estas impurezas pueden influir en la solidez de las plantas, las criaturas y las personas a través del orden jerárquico. Los sintéticos utilizados en la agroindustria para controlar insectos y malezas pueden ser dañinos tanto para las especies objetivo como para las no objetivo, incluidas las personas. La apertura prolongada a estos compuestos sintéticos podría provocar problemas médicos persistentes. Estos son compuestos sintéticos nocivos que se oponen a la degradación y persisten en el clima durante bastante tiempo. Los modelos incorporan bifenilos policlorados (PCB), dioxinas y algunos pesticidas. Los COP pueden bioacumularse en el orden jerárquico natural y afectar destructivamente la vida y las personas indómitas. Los metales como el plomo, el mercurio, el cadmio y el arsénico son dañinos incluso en bajas concentraciones. Pueden contaminar el aire, el agua y el suelo, provocando condiciones médicas graves, particularmente en los jóvenes y las poblaciones débiles. Los EDC son sustancias sintéticas que obstruyen las capacidades típicas del sistema endocrino, lo que influye en las pautas químicas. Se pueden rastrear en plásticos específicos, artículos de consideración individual y sustancias sintéticas modernas. Los EDC están relacionados con cuestiones conceptuales y formativas. El radón es un gas radiactivo natural que puede ingresar a las estructuras a través del suelo. La exposición tardía al radón aumenta el riesgo de descomposición celular en los pulmones. Los esfuerzos para aliviar los efectos de los venenos ecológicos incluyen medidas administrativas, derrochar el tablero, innovaciones en el control de la contaminación y cruzadas de atención pública. Las legislaturas y asociaciones cooperan para establecer reglas y principios para restringir la apertura a sustancias destructivas y avanzar en la seguridad ecológica. Las personas también pueden hacer lo que sea necesario para disminuir su apertura a los venenos naturales siendo conscientes de los elementos que usan, eligiendo opciones inofensivas para el ecosistema, practicando la eliminación adecuada de basura y apoyando prácticas manejables en la horticultura y la industria.
Envenenamiento y perseverancia natural Los venenos naturales constantes (POP) son un conjunto de sustancias profundamente venenosas que se intensifican, se oponen a la corrupción y persisten en el clima durante largos períodos. Estos venenos son motivo de preocupación en todo el mundo debido a su capacidad para viajar distancias significativas a través del aire y el agua, lo que provoca una amplia contaminación de los sistemas biológicos y la apertura a las poblaciones humanas, incluso en regiones lejanas muy lejos de sus fuentes únicas. Los COP pueden ser tanto fabricados (hechos por el hombre) como naturales; sin embargo, el término se utiliza principalmente para aludir a mezclas antropogénicas. Al principio se produjeron para diferentes fines modernos y agrícolas, como pesticidas, sintéticos modernos y retardadores de fuego. No obstante, sus consecuencias destructivas para el clima y el bienestar humano impulsaron esfuerzos globales para gestionar y prescindir de su creación y uso. Los COP son mezclas constantes que pueden oponerse a la descomposición natural a través de procesos compuestos, naturales o fotolíticos. Esta fuerza les permite perseverar en el clima durante períodos prolongados, lo que provoca el transporte de largo alcance y la diseminación mundial. Los COP tienden a acumularse en las formas vivas, especialmente en los tejidos grasos. A medida que ascienden en el orden jerárquico natural, su enfoque se expande a niveles tróficos más altos, provocando la biomagnificación. Durante el tiempo dedicado a la biomagnificación, la convergencia de COP aumenta en cada nivel trófico en el orden jerárquico. Las criaturas en niveles tróficos más altos, como los mejores cazadores, pueden tener agrupaciones de COP mucho más altas que aquellas en niveles más bajos. Los COP muestran una variedad de impactos dañinos en las entidades orgánicas vivas, incluidas las personas. Se han relacionado con otros problemas médicos, como trastornos endocrinos, problemas de concepción, problemas neurológicos, ocultación del marco seguro y tipos específicos de crecimientos malignos. Los PCB se utilizaron ampliamente en hardware eléctrico, líquidos impulsados por presión y otras aplicaciones modernas. Estaban prohibidos en numer

osas naciones por su venenosidad y constancia ecológica. Las dioxinas son resultados involuntarios de ciclos modernos específicos, quema de desechos y otros ejercicios de ignición. Son profundamente dañinos y pueden causar una variedad de problemas médicos. Al igual que las dioxinas, los furanos son resultados inadvertidos de los ciclos de ignición y ofrecen propiedades nocivas comparables. Ciertos pesticidas, como el diclorodifeniltricloroetano (DDT), generalmente se usaban para el control de molestias, pero actualmente están prohibidos o restringidos debido a su estabilidad natural y nocividad. La preocupación mundial por los COP impulsó la fundación del Show de Estocolmo sobre Contaminaciones Naturales Constantes en 2001. Este acuerdo global planea eliminar o confinar la creación, el uso y la llegada de los COP más peligrosos. En la actualidad, registra 29 sustancias sintéticas, incluidas las mencionadas anteriormente, así como algunos retardantes de llama bromados y compuestos sintéticos modernos. A través del Show de Estocolmo y otros arreglos locales, se ha logrado un gran avance en la disminución de la creación y llegada de COP. No obstante, su diligencia natural implica que sus pertenencias seguirán siendo una preocupación durante bastante tiempo en el futuro. Continuar con los esfuerzos es crucial para detectar y limitar la apertura a estos venenos dañinos para salvaguardar tanto el clima como el bienestar humano. Las toxinas del suelo son sustancias que contaminan la tierra y pueden afectar negativamente la calidad del suelo, el desarrollo de las plantas y el bienestar ambiental.